Para el primer caso, éste nos permite determinar la idoneidad de procedimientos de soldaduras a través de su evaluación por los medios establecidos en el código exigido por el cliente (ensayos mecánicos, otras pruebas, variables, rangos).
Para el segundo caso, evaluamos la habilidad del soldador (a través de END o pruebas mecánicas) para llevar a cabo su trabajo según los parámetros establecidos en los códigos que el cliente establezca (más comúnmente ASME IX y API1104) y establecer la idoneidad del producto del artesano para las necesidades del cliente.